Flores Preservadas: el secreto de su eterna juventud.

Son muchas las ocasiones en las que nos preguntamos cómo mantener un jardín y cómo hacer para que sea fácil. En el caso de las flores preservadas y su conservación es fácil. El conocimiento de cómo cuidar una planta, sus características, el tipo de abono que precisa…son muchos los datos que, si tenemos una vida frenética y estresante, puede echarnos atrás para tener una decoración como la que nos merecemos. Para eso tenemos las flores preservadas. Y por supuesto, somos muchas las que queremos saber cómo disfrutar de las flores y plantas preservadas que tanto bien hacen no sólo estéticamente, sino que la terapia que ofrece sus aromas es la mejor opción para entrar en nuestra casa con ganas de descansar, y de disfrutar de un trocito de campo al alcance de nuestra vista.

La eterna juventud, preservada.

Cuando hablamos de flores preservadas y su conservación. Lejos de lo que se piense, no son artificiales, y el proceso de preservación asegura la conservación de sus mejores características, aroma y color, durante varios años. Además, no precisan de ningún cuidado específico, ni altamente complicado de ejecutar; tan sólo sigue las siguientes normas y, al igual que los Gremlins, te asegurarás de disfrutar de su cara más bonita.

Menos agua, mas vida.

Está muy bien que tú bebas mucha agua para mantenerte hidratada. Pero no somos iguales a las flores preservadas, eso significa que para mantenerles con vida más tiempo, se ha eliminado toda parte de agua de sus pétalos y tallos. Así que guarda ese jarrón, porque lo que debes tener en cuenta entonces, es que el recipiente se encuentre bien seco y no quede resto de humedad.

En caso de vivir cerca del mar, te recomendamos no poner las flores preservadas en lugar donde haya corriente de aire, puesto que la humedad propia de las zonas costeras podría condensarse y acelerar el deterioro de las propias flores. También es aconsejable que impida que los tallos queden pegados al cristal del jarrón, puesto que también favorecería la condensación.

Menos sol, mas vida.

Qué gusto da ponerse morena y disfrutar de bronceado. Pero la piel de las flores no es la tuya, y será igual de preciosa claro. Las flores, en contacto directo con los rayos solares, pierde color. Por ello te recomendamos que las mantengas lejos de donde incidan los rayos del sol. Las flores preservadas, por sí mismas, van cambiando el matiz de su tonalidad muy lentamente, por ello hay que alejarlas del sol puesto que el contacto aceleraría dicho cambio.

Menos polvo, mas vida.

La higiene es siempre importante en nuestra vida para el desarrollo y, en este caso, sí que somos iguales. La limpieza de las flores preservadas es, de hecho, el proceso de limpieza más sencillo, no precisa de productos químicos, cuando notes que se posa en el pétalo o las hojas del ramo o centro de flores preservadas, debes pasarle muy suave, un cepillito para retirar el polvo y la suciedad. Si dispones de un ventilador con función de aire frío, sin acercarlo más de 30 centímetros, es otra alternativa interesante para cuidar tus flores.

Sabemos qué estás pensando, ojalá un cuidado tan fácil nos cuide a todas igual de bien durante años, qué lástima que en eso no nos parezcamos a las flores preservadas. Desde Kihana, te recomendamos que te cuides, disfrutes de tu vida en cada momento, mantengas tu alimentación y mantengas las flores preservadas, para preservar los momentos más bellos en ese rincón de tu hogar donde escapar al campo, sin salir de casa. Contacta con nosotras ante cualquier duda sobre qué centro de flores preservadas es el que mejor se adapta a tu hogar.