Hoy nos vamos a adentrar en el maravilloso mundo de los Bonsáis, y es que en Ki Hana no podíamos olvidarnos de entregarte un árbol preservado que representa constancia, sabiduría, dedicación, paciencia y mucha paz. Un equilibrio entre cuerpo y espíritu.

La sinergia cuerpo-mente que se produce cuando se crea sobre ellos es maravillosa. La magia surge entre la mano que lo acaricia y su respuesta al dejarse moldear. Si hay algo representativo de Japón es el arte milenario del Bonsái junto con el Ikebana y los jardines Zen.

Ikebana

Me gustaría hablar un poco sobre el Ikebana. El arte japonés de los arreglos florales. Su historia comenzó alrededor del siglo VII. Se caracteriza por su simplicidad en la combinación de ramas y flores llegando a convertirse en verdaderas esculturas que a lo largo de los tiempos se han utilizado para transmitir sentimientos. 

Existen muchas escuelas de Ikebana. Los practicantes tienen la convicción de que para conseguir plasmar los sentimientos y la esencia hay que crearlos en silencio y con mucha paciencia. Si conoces Ki Hana sabrás que está impregnada de Ikebana.

Mushin

En la creación de los Bonsáis está presente inevitablemente el Mushin. Finalmente el arte del Bonsái está repleto de enseñanzas y de grandes maestros.

En Ki Hana incorporamos el Mushin al momento de crear. Cada arreglo necesita del fluir, de no tener conceptos preestablecidos, de “pensar sin pensar”. Y es que el Mushin no es más que no dejarse llevar por ideas preconcebidas, por juicios que nos distancien de la realidad. Como la vida misma: a menos juicios, más claridad y transparencia de ideas.

Masahiko Kimura

Si hablamos de Bonsáis es obligatorio que hagamos referencia a uno de los maestros del Bonsái más respetados a nivel mundial. Su nombre es Masahiko Kimura, nacido en 1940 y no por ello menos apasionado por el arte que de forma tan sublime representa.

Se caracterizó por romper las reglas de creación de Bonsáis. Sus creaciones mezclan maderas muertas con maderas vivas. Al principio generó mucha controversia, pasando por varias etapas para poco a poco ser reconocido y valorado. Si pudiéramos describir al maestro Masahiko por medio de uno de sus Bonsáis, sería sin lugar a dudas por el bosque Hanoki, que se ha convertido en una obra de arte. Sobre dos piezas de pizarra podremos apreciar Junípero Itoigawa Shimpaku y Ciprés de Hinoki.

Koraku-en

Podríamos decir que Okayama Korakuen es uno de los tres jardines más bellos de todo Japón. Muchas edificaciones del jardín fueron destruidas durante la segunda guerra mundial y fueron construidas como réplicas fieles a los planos originales que se conservan desde su construcción. El comienzo de la construcción fue en 1687 terminando en el año 1700. 

Fue creado con la finalidad de ser un lugar de relajación para el señor feudal de la época. El nombre de nuestro Bonsái Koraku-en lleva su nombre en honor a los atributos del hermoso jardín. Nos inspira el resurgir. Cada hoja parece brotar de donde no era posible e indudablemente, al admirarlo, nos transmite paz.

Esas sensaciones son las que quiero regalarte con Koraku-en

Saihoji

Nuestro Bonsái Saihoji hace honor al templo con el mismo nombre, también llamado Kokedera o Templo del Musgo por sus más de 120 especies de Musgo. Declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Su nombre se debe a la forma del estanque, que hace referencia al carácter japonés “Kokoro” que a su vez tiene dos significados que no podíamos dejar escapar para uno de nuestros Bonsáis, y son, alma y corazón. 

Sin duda, la mejor representación del Alma y el Corazón es a través de un Bonsái, y te lo hacemos llegar por medio de nuestro Bonsái Saihoji.

Narita-san

También conocido como templo de Shinshoji. Está dedicado al Dios del fuego Fudo Myoo. siendo muy importante para la escuela budista Shingon. Los sacerdotes del templo realizan el Ritual del Fuego Homa. Rezan alrededor de la hoguera para ayudar a disipar los problemas o malas energías de los visitantes. Se realiza desde hace más de mil años.

Le damos a nuestro Bonsái Narita-san su nombre por la innumerable cantidad de deseos y peticiones realizadas en el templo de este parque, lugar sagrado de meditación. A cada una de sus pequeñas hojas le otorgamos el don de la abundancia y la generosidad otorgadas a los visitantes.

Kenroku-en

El nombre de este jardín proviene de un libro de jardinería escrito por el poeta chino Li Gefei. El nombre se eligió en función de lo que se consideraba un jardín perfecto y cada uno de los atributos necesarios para serlo.

Y Kenroku los tiene: El espacio, lo antiguo, lo artificial, el panorama, los canales de agua y la seclusión. Es por ello que hemos querido otorgarle su nombre a nuestro Bonsái Kenroku-en. Creemos que todas las personas que se cruzan en nuestro camino poseen las cualidades para ser perfectas o simplemente para ser buenos seres humanos.

El Kenroku es un obsequio que representa las virtudes de la persona que lo elige.

Mira muy dentro de ti y las encontrarás, y si no están tan cultivadas, “pódalas” como el maestro al Bonsái.

¡Hasta pronto!

¡Ah, se me olvidaba! Te hablo en nombre de Koraku-en, de Saihoji, de Narita-san y de Kenkoru-en:

Somos Bonsáis preservados, eso quiere decir que te acompañaremos por mucho tiempo. No necesitamos de cuidados. ¡Recuerda!,

  • No regarnos
  • No exponernos al sol
  • Mantenernos alejados de la humedad.

Ahora si, ¡Hasta pronto!

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En cada una de nuestras creaciones con flores preservadas se esconde nuestra pasión y dedicación por nuestro trabajo.

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