Cinco puntos importantes para cuidar tus flores preservadas

Una de las preguntas que siempre nos hacéis es, sobre los cuidados de las flores preservadas, y realmente no precisan de cuidados, unos mínimos a la hora de buscarles un buen sitio y saber quitarles el polvo que adquieran con el paso del tiempo.

¿Y cuál es la mejor ubicación para ellas?

A las flores en general y a las preservadas -que es el caso que nos ocupa en este momento- en particular, les encantan ser protagonistas de todas las miradas. Por eso les gusta ser les encanta estar en el centro de mesa en tu salón, o llamar la atención de todos tus amigos cuando entre a tu casa…de ahí que los recibidores sean también un lugar preferente para ellas, en una mesita auxiliar o escritorio….todos esos sitios son los ideales para ellas porque lo que necesitan principalmente es ser miradas, y admiradas, no pueden ser más presumidas y son tan bonitas, que siempre consiguen los puestos de honor frente a cualquier otra pieza decorativa que tengas

No las tienes que regar, ni podar encaso de bosais o árboles reservados, no tienes que echarles abono, ni preocuparte si te vas de viaje unos días o la temporada entera de verano y cierras la casa a cal y canto. Cuando vuelvas, aunque hayas tenido la casa completamente a oscuras ellas estarán perfectas¡¡ como si el tiempo se hubiese detenido para ellas.

¿Son delicadas las flores preservadas?

Sí, porque aunque están sometidas a un tratamiento de preservación, no dejan de ser flores y follajes naturales, por eso os dejo aquí cinco puntos importantes para cuidarlas y que os duren hasta años súper bonitas 🙂

1.- Nada de humedad

A las flores y follajes preservados no les gusta nada la humedad, ni para limpiarlas¡¡

Evita ponerlas en un baño porque la condensación del vapor harán que suden y soltarán unas gotitas que mancharán sus hojas, las flores que tenga alrededor e incluso la mesa o repisa en la que estén.

2.- Nada de sol

El sol modifica los colores de todo, pues de las flores preservadas también.

Si las expones al sol directo (por ejemplo al lado de una ventana) las flores perderán su color antes.

Si normalmente en un sitio con luz (no sol directo) a partir del año va apagándose un poquito su tonalidad, aunque siguen estando súper bonitas, si les da el sol aceleraremos este proceso

3.- Evitar corrientes de aires

Evita ponerlas cerca de un aparato de aire acondicionado, el chorrito de aire continuo no les gusta.

4.- limpia las hojas preservadas con un trapo seco

Las hojas de las plantas preservadas como el eucalipto populus o cinerea, la hiedra, el salal, o el álamo por poner un ejemplo les puedes dar con un paño seco (imprescindible que esté absolutamente seco) con mucho cuidado de no romperlas.

5.- límpia las flores preservadas con un secador

Las flores preservadas y las hojas de de helecho por ejemplo que son más delicadas, no les podemos pasar un paño seco porque se romperían, para mantenerlas limpias debemos darles con un secador a velocidad suave y en la opción de frío una vez al mes más o menos (dependerá del sitio en el que estén que cojan más polvo o menos)

En realidad parecen muchos pasos para mantenerlas el mayor tiempo posible perfectas como el primer día, pero si lo pensáis, sólo tenéis que disfrutar de ellas.